Las ideologías se han cargado la democracia

Con este panorama, mi opinión, es que todo los que pueda prometer el Sr. Sánchez puede ser papel mojado, ya que los escenarios en los que nos movemos son de un estado antidemocrático donde no existe separación de poderes, y ello, por mucha promesa que se haga ahora puede traer más de una complicación a futuro.

La situación política actual tanto a nivel mundial, europeo, como en el estado español, es propia de una distopía más absoluta, con una total desestructuración de las sociedades, donde, y, con la excusa de la ideología, se actúa con un total “hooliganismo” al defender las mismas, de manera que se llega continuamente al enfrentamiento no solo verbal, sino, y, lo que es peor, a conflictos bélicos propios de escenarios de imposición propios de sistemas dictatoriales, donde el debate de las ideas y el respeto democráticos brillan por su ausencia.

En este momento tenemos dos escenarios bélicos a nivel mundial y un escenario esperpéntico en el estado español.

El primer escenario, la guerra Rusia-Ucrania, es un escenario donde las hostilidades, en determinadas zonas, existían antes de declararse la guerra, y, como siempre la resolución optada es la bélica y no la democracia. En este conflicto Europa ha demostrado, que ni está ni se le espera, continuando con el complejo, que tiene con EEUU, el cual deviene de la segunda guerra mundial. En este conflicto Europa no ha sido capaz de tener personalidad propia, al no erigirse como fiel de la balanza entre Rusia y Ucrania, plegándose a los EEUU y a la OTAN , de tal forma que países neutrales como Suecia y Finlandia se van a unir a dicha organización, que aunque la califiquen como pacifista, que yo sepa es totalmente bélica, y lo bélico está relacionado de forma implícita con el armamento y la guerra, y la extensión de los conflictos.

Europa podría haberse erigido en un mediador, aplicando algo que es la esencia de la democracia, como es el haber avalado un referéndum en esas zonas de Ucrania con el fin de que sea el pueblo quien decidiese si se siente ucraniano o ruso. Es decir apostar por una verdadera solución democrática en vez de la solución bélica.

El segundo escenario, la guerra Israel-Palestina, donde las hostilidades por parte de Israel, como se puede ver por el devenir a lo largo de los años, recluyendo y masacrando a los palestinos en verdaderos “guetos”, y, de esas actuaciones llega un momento, en que por propia dignidad los pueblos se rebelan, dando lugar al conflicto que se tiene en este momento, donde Israel actúa con total impunidad de una forma propia de las épocas nazis, con total apoyo de EEUU y, por lo tanto, de Europa acorde a ese complejo con los americanos.

Europa con estas actitudes va camino de la desintegración, no haciendo valer que es un continente con un gran bagaje histórico, y, que, ello, le debería posicionarse en soluciones democráticas y no bélicas, apostando claramente por establecer dos estados verdaderamente diferenciados en esa zona, uno Palestina y otro Israel, condenando toda acción militar en esta zona y desligándose del complejo que se tiene con EEUU, de forma que pudiese ir recobrando su identidad propia, que actualmente la tiene perdida, apostando claramente por soluciones democráticas y no bélicas.

El tercer escenario es el que tenemos actualmente con la formación de gobierno en el estado español. Este escenario es de un total esperpento donde el “hooliganismo” y “etiquetismo” político son la base de los pasos que se están dando, con una total falta de democracia tanto por parte de un lado como del otro lado.

El resultado de las elecciones dio como ganador al PP y este partido tuvo la posibilidad de hacer gobierno y no lo consiguió. También es cierto que no lo consiguió porque en la política española se ha establecido un mantra sobre la ultraderecha, que sirve para que muchos partidos solo hagan pose de algo que no es el debate de las ideas, y, también es cierto que para gobernar se necesitan mayorías parlamentarias.

La derecha española es muy blanda con la ultraderecha, siendo esta fuerza de un corte totalmente belicista y antidemocrática, como se está demostrando con las manifestaciones de corte franquista que se están haciendo actualmente en las sedes socialistas, pero me surge la pregunta, si no es una fuerza democrática, ¿por qué se les deja presentarse a las elecciones?. Mi postura es que hay que dejarles presentarse, ya que, en su momento el estado español con la connivencia de partidos que supuestamente se consideran democráticos no dejó presentarse a la izquierda abertzale, haciendo un ejercicio puro de antidemocracia. Es decir, con la ultraderecha no es posible el debate de las ideas, pero no tiene que servir, para que los demás partidos no hagan posible dicho debate.

Es verdad que la derecha, se puede diferenciar de la ultraderecha, en que sus movimientos son supuestamente democráticos, como en el caso del resto de los partidos del Parlamento, y, digo supuestamente, porque como estamos viendo en la política actual, ese debate de las ideas está ausente, y, lo que si tenemos es la posición “hooliganista” y etiquetista” de todos los partidos, que actúan con total falta de democracia.

Actualmente tenemos las negociaciones entre Junts y PSOE para la ley de amnistía, cuando lo primero que habría que decir que lo que se debería negociar es el derecho a la autodeterminación, ya que resuelto este, la amnistía sería de muy fácil resolución. Vaya por delante que mi postura, es que nunca se debería haber necesitado esa ley de amnistía, ya que lo que ocurrió en Catalunya, en ningún momento por mucho que se diga, supuso un golpe de estado, y, por lo tanto, no tendrían que haber sido encarcelados. Curiosamente esa ley de amnistía a quien más le interesa en este momento es al Sr. Sánchez para poder gobernar, pero lo que no hay que olvidar es que el Sr. Sánchez hace unos meses decía que esta ley no era constitucional y, en su momento, fue un defensor a ultranza de la aplicación dura del 155.

El problema es que no se puede gobernar un país con esta no separación de poderes y la connivencia del poder ejecutivo con el legislativo, donde por un lado (PP) o por otro (PSOE), se ponen peones de su círculo político, incluso siendo ex-diputados. ¿Es que si en este momento no se hubiese cambiado el signo político del Constitucional, y estuviésemos ahora con el antiguo Tribunal Constitucional, se estaría hablando de la amnistía?

Este despropósito es de tal calibre que la interpretación de la Constitución está al albur del color político del Tribunal Constitucional, por lo que yo preguntaría, Si la amnistía y el derecho a la autodeterminación ahora son constitucionales, cuando antes no, ¿porqué razón, entonces no se dio el derecho de autodeterminación en el año 78?, ¿no se hubiese evitado con ello el sufrimiento y dolor de todos estos años?, ¿no tendrían que responder públicamente los políticos de este sufrimiento?

Otro elemento que se trata es la condonación de la deuda, y ante esta situación todas las demás Comunidades Autónomas, están diciendo que hay de lo mío, cuando creo, como expondré al final, que este asunto tendría que tener también una solución democrática y no el despropósito de la propuesta, ya que ¿alguien se ha parado a pensar que si la duda pasa de una mano a otra, el estado la intentará amortizarla mediante nuevas leyes, donde esa deuda se pague nuevamente entre todas las Comunidades Autónomas, afectando también a los Conciertos Económicos de Euskadi y Nafarroa?

Con este panorama, mi opinión, es que todo los que pueda prometer el Sr. Sánchez puede ser papel mojado, ya que los escenarios en los que nos movemos son de un estado antidemocrático donde no existe separación de poderes, y ello, por mucha promesa que se haga ahora puede traer más de una complicación a futuro.

Por otra parte, este “hooliganismo” y “etiquetismo”, se da igualmente en la izquierda, cuando dicen que el progresismo ha ganado las elecciones. En primer lugar hay que decir que ese supuesto progresismo se adjudica opciones que realmente no son progresistas como Junts y PNV, pero esa falta de concebir la política como el debate de las ideas, les ciega de tal manera, con tal de conseguir gobernar, llegando a la conclusión que la política hoy en día y, más en el estado español, se ha convertido en un funcionariado de “alto standing”, donde lo que importa es mantenerte en el poder o lo más cerca posible del mismo. Se puede dar la circunstancia que en determinados temas socioeconómicos estos partidos mencionados voten junto a los conservadores.

Si nos referimos a los partidos políticos nacionalistas e independentistas vascos, su actuación está siendo de lo más penosa, ya que los catalanes, están con su libreto, pero los vascos, ¿Qué están haciendo?

EHBildu le da un cheque en blanco al Sr. Sánchez solo porque no venga la ultraderecha, sin entrar en un mínimo debate de las ideas, tan mínimo, que ni siquiera han sido capaces de negociar la amnistía para los presos de Altsatsu. Lo cierto es que EHBildu ha entrado en una vía donde mira más a Madrid que a Euskal Herria, dejando el tema de la soberanía en un segundo plano, imitando a lo que el PNV hizo ya hace unos cuantos años.

El PNV como siempre con una actuación esperpéntica, esperando a ver que ocurre al final, donde como nos tiene acostumbrados, nos dirá que le dan el apoyo porque han conseguido todas las transferencias que faltan del Estatuto, incluida la Seguridad Social, cuando la realidad es que, al fin y a la postre, no consiguen prácticamente nada, solo hay que recordarles, ¿está transferido el tren de cercanías que acordó en la legislatura pasada?.Todos sabemos la respuesta.

Tanto PNV como EHBildu tienen una cosa en común que es el que no venga la ultraderecha, pero con ello, están diciéndole al estado español que siempre que tenga una fuerza política de ultraderecha, el voto de estos dos partidos siempre será para que no venga la ultraderecha. Coincidiendo con que no quiero que venga la ultraderecha, ¿no es esa postura una forma de dejar que esta fuerza actúe como un veto para estos partidos?, ¿no es una forma de laminar el debate de las ideas, y, con ello, acabar dando cheques en blanco?,¿Qué más quiere el estado español?

La solución como en los otros escenarios no es nada más y nada menos que la democracia, y, ejercer el derecho a decidir como elemento esencial de una sociedad democrática. El estado español y Catalunya y Euskal Herria ganarían con este ejercicio democrático, ya que en los Parlamentos se podría imponer el debate de las ideas y no el “hoologanismo” y “etiquetismo”, y desde un punto de vista de financiación una mayor transparencia entre el gobierno estatal y las Comunidades Autónomas, al eliminarse problemas heredados de no haber resuelto el problema territorial, el cual se debería haber resuelto desde un inicio como un país democrático lo debería haber llevado a cabo.

Autor: Jon Ander Etxebarria

Jon Ander Etxebarria Garate, Bilbao. Licenciado en Biología. Ex-decano del Colegio de Biologos de Euskadi. Sigue mis publicaciones también en telegram: https://t.me/eldatomataelrelato

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