EL SISTEMA POLÍTICO ACTUAL HA LLEGADO A SU DETERIORO TOTAL

Sanidad nos confirma que no existió ese aval técnico, y que, impuso las mascarillas sin criterio científico alguno, eso si, nos las impuso con criterios políticos de tipo dictatorial y con criterios puramente crematísticos.

En base a las últimas noticias acabamos de ver como el tema de las mascarillas va poco a poco saliendo a relucir, de manera que se confirma lo que desde un inicio se dijo, por parte de algunos, como es la falta de evidencias científicas de que las mascarillas tuviesen un aval técnico como para que se nos impusiesen de forma obligatoria.

Recientemente Sanidad nos confirma que no existió ese aval técnico, y que, impuso las mascarillas sin criterio científico alguno, eso si, nos las impuso con criterios políticos de tipo dictatorial y con criterios puramente crematísticos como hemos visto por las noticias que han salido referentes a este tema.

En este contubernio de las mascarillas, unos han sido ejecutores de los hechos corruptos, pero todos los gobiernos y partidos políticos con representación, tanto autonómica como parlamentaria son cómplices de dichos delitos, ya que ninguna representación política, en el Consejo Interterritorial de Salud, alzó la voz cuando por parte de la Ponencia de Alertas no se presentó informe técnico alguno que avalase la utilización de dichas mascarllas.

En el devenir del relato pandémico no solo son las mascarillas el único elemento a destacar, podríamos hablar de la técnica de PCR, la cual se hizo de forma premeditada para tener multitud de positivos de forma que con ello cundiese la alarma en la población y desde las esferas políticas nos invadieran neuronalmente con el “santo grial” de la vacuna como solución a la pandemia. Igualmente esta técnica de PCR supuso, para algunos, suculentos emolumentos crematísticos.

Igualmente, y, elemento crematístico por excelencia, fueron las famosas vacunas que iban a salvar al mundo de un virus mortal, vacunas donde los informes científicos siempre han sido realizados por las propias multinacionales farmacéuticas, llegando incluso, en los tiempos actuales a tener informes contradictorios de las propias vacunas.

Este elemento pandémico esencial, como han sido las vacunas, en ningún momento han tenido contraste y debate científico alguno con científicos o entes que no tuvieran conflicto de interés alguno con las inoculaciones. ¿Se habrá dado en las vacunas la misma corrupción que con las mascarillas y la PCR?

Aquí, podemos ver con claridad, como nuevamente los gobiernos y políticos de todo el espectro ideológico han vuelto a ser cómplices de esas multinacionales farmacéuticas, llegando a distopías de tal calibre, como fue lo del pasaporte covid, que como se demostró tampoco tenía por parte de la Ponencia de Alertas informe técnico alguno que avalase su imposición. ¿Hubo algún gobierno o partido político que se opusiese a la imposición dictatorial de este pasaporte covid?. Respuesta: NO.

Otro argumento más de la connivencia de todos los gobiernos y políticos es el no haber alzado la voz para pedir, ante los efectos adversos y fallecimientos acontecidos después de las inoculaciones, el que se pusiesen encima de la mesa los datos de ictus, miocarditis, pericarditis, trombosis, aceleraciones metastásica, antes de la pandemia y después de las inoculaciones, con el fin de estudiar epidemiológicamente lo que realmente ha ocurrido. Al igual, que, ante datos tan contundentes como el que los fallecimientos por/con covid hayan sido mayores después de las inoculaciones, que en el 2020 año de inicio de la pandemia, sin vacuna alguna. Es decir, ¿no existe ningún gobierno, ni partido político alguno, que se plantease una mínima duda razonable sobre si este medicamento no habrá sido un fracaso?. Nuevamente la respuesta: es NO.

Se puede decir, con total claridad, que todos los gobiernos y los partidos políticos, aunque continuamente nos hablen de derechos y libertades, han sido copartícipes y cómplices de haber tomado medidas dictatoriales de restricción de derechos y libertades, amparándose con total demagogia en la solidaridad y el bien común, sabiendo a ciencia cierta, que en ningún momento existió aval científico alguno para que se tomasen esas medidas.

Por lo tanto, el sistema político actual, herencia de una transición fallida, ha llegado a su deterioro total, por lo que la sociedad, tiene que plantearse que, y desde la base de asambleas ciudadanas, se inicie una nueva transición donde el elemento esencial sea la democracia por excelencia, de manera que la partitocracia actual no tenga cabida alguna.

SRA. MÓNICA GARCÍA, MINISTRA DE SANIDAD KANPORA MESEDEZ

La utilización de las mascarillas es potestad de las CCAA, salvo que se volviese a declarar un estado de alarma, que como todos sabemos no fue constitucional.

La Sra. Mónica García Ministra de Sanidad quiere, sin justificación científica alguna, obligar a utilizar las mascarillas en hospitales, centros de salud y farmacias, y, para ello reunió a la Comisión Interterritorial con el fin de consensuar este tema de las mascarillas, pero el resultado fue que solo las CCAA que ya la habían implantado le dieron la razón de forma indirecta, ya que como se demostró no hacía falta su aquiescencia para implantarlas. El resto de las CCAA le pidieron informes científicos que avalasen la utilización de las mascarillas, y, ante la falta de los mismos, la Sra. Ministra de Sanidad, como si de una rabieta de críos se tratase dijo que mañana sacaría una ley para obligarlas en todas las CCAA.

El despropósito de esta Ministra es de tal calibre que no sabe o no quiere saber que la utilización de las mascarillas es potestad de las CCAA, salvo que se volviese a declarar un estado de alarma, que como todos sabemos no fue constitucional. Así que Sra. Mónica García Vd solo tiene potestad sanitaria ante Ceuta y Melilla, ¿No se ha enterado que le han dado un Ministerio prácticamente sin competencias?.

Lo que si podría haber hecho Vd. Sra. Ministra es dar un vuelco a la Sanidad desde el punto de vista de como se acceden a las plazas MIR, y, también haber aprovechado a solicitar a las CCAA, que son quienes piden las plazas, que éstas se hagan teniendo en cuenta la oferta y la demanda, contemplando las jubilaciones a futuro, y estableciendo un método para que las plazas principalmente de atención primaria se aumenten y se cubran en su totalidad con el fin de potenciar realmente una sanidad pública.

Pero no, la Sra. Ministra junto con algunas voces de sanitarios que no quieren reconocer su fracaso más absoluto durante la pandemia, quiere imponer las mascarillas al modo de ordeno y mando, método muy propio de la ultraderecha y de la izquierda más ortodoxa de otros tiempos.

En relación a los partidos vascos, hay que decir que el PNV se ha posicionado desde el sentido común no obligando a tener que llevar la mascarilla. Puede ser, bien porque han aprendido la lección de lo que ocurrió con el pasaporte covid, donde la Ponencia de Alertas no lo recomendaba, o bien , porque estamos en año electoral. En todo caso el sentido común siempre es de agradecer y, además es una manera de ejercer nuestra soberanía, al igual que se debería haber hecho durante la pandemia, pero como se suele decir nunca es tarde si la dicha es buena.

Respecto a EHBildu, la verdad es que ni está ni se le espera, sobre todo en lo que a la soberanía de nuestro pueblo se refiere. Parece que a EHBildu se le ha tragado la tierra, siendo su único interés en que no llegue la ultraderecha al poder (con su modo de actuar al final llegarán) y mimetizarse con ERC, partido que está paso a paso consiguiendo que el sentir independentista vaya cada vez a menos.

¿Le hemos oído algo a EHBildu posicionarse, ahora que es alternativa de poder, en el tema referente a las mascarillas?, ¿le hemos oído algo a EHBildu sobre los decretos de las leyes ómnibus, que no dejan de ser leyes que están en el filo de lo que no debe ser una democracia, y, no lo digo por las leyes en sí, sino por la falta de debate democrático de las mismas?. En fin a EHBildu parece que ni está, ni se le espera.

Por todo ello, y, volviendo al título del escrito, Sra. Mónica García, Ministra de Sanidad, kanpora mesedez, ya tuvo tiempo de demostrar en la Comunidad de Madrid que no era una buena política, pero en este estado español se premia a los mediocres y a los serviles, y, lo peor de todo es que siendo Vd una profesional sanitaria, parece que en este terreno también es Vd. una mediocre. Claro se me olvidaba, Vd. prácticamente no ha ejercido la profesión sanitaria.

Al final se demuestra quien tenía razón

Es necesario, más que nunca, aunque solo sea porque no se vuelva a repetir, el que el pueblo rompa con la política, tal como la entienden los partidos políticos profesionales, y, se empoderen a nivel local y municipal como batzarres, con el fin de autogestionarse por sí mismos.

Después de 3 años de relato pandémico, la realidad es que poco a poco sin reconocerlo abiertamente, tanto la profesión sanitaria como los políticos, no tienen más remedio que ver la realidad, y, dar la razón a muchos, que, al menos desde un inicio, planteamos dudas razonables sobre la veracidad de este relato diatópico y con una total carencia de ciencia.

En un inicio los confinamientos y la restricción de la movilidad, eran lo más adecuado para controlar la pandemia, para hoy en día, en foros oficiales, se reconoce, no solo que no han servido para el control de la enfermedad, y si, para debilitar sistemas inmunológicos. Precisamente quienes defendimos la inmunidad natural fuimos denostados, y, sin embargo, ahora parece que esa hubiese sido la mejor solución.

Igualmente, se encarceló a las personas mayores de las residencias, cuando una de las de las medidas que algunos defendimos, fue hacer todo lo contrario, proponiendo el separarlas y no confinarlas en residencias a modo de cárceles. En este momento se empieza a investigar que ocurrió en las mismas para que se dieran tantos fallecimientos.

Luego nos vinieron con los test de PCR, donde desde un principio, se dijo por parte de gente de la ciencia que no servían para diagnosticar una enfermedad, llegando a utilizarlo por el oficialismo como herramienta social y de control de la población. Lo que ocurre hoy, en día, todavía con pandemia, da la razón a quienes decíamos que esos test no eran válidos para el propósito científico que se pretendía, ya que, en este momento, prácticamente no se hacen test de PCR, aunque todavía nos tengan con el estado pandémico activo. Si seguimos en pandemia, ¿cuál es la razón para que no se sigan haciendo tantos test como se hacían antes?, ¿no significa esta bajada de test el que lo que realmente deberían de terminar es con la pandemia?

Otro elemento de esta distopía fueron las mascarillas, elemento que ya se dijo no sirve para evitar el contagio, y, sin embargo si ha servido para ser un nuevo elemento de distorsión social, llegando el oficialismo a decirnos que gracias a la mascarilla había desaparecido la gripe, lo cual como lo demuestran los hechos fue una afirmación acientífica, ya que ahora tenemos más gripe que covid. Si hubiese desaparecido la gripe, ¿cuál es la razón para haber continuado con la vacuna gripal?. Si un virus desaparece como ocurrió con la viruela ¿cuál es la razón para continuar con la vacuna de un virus desaparecido?

También podemos hablar de la falta de conocimiento de los profesionales sanitarios al ver un peligro en un virus de personas fallecidas y aplicarles como si su fallecimiento fuese por un escape radiactivo, de manera que no se realizaron autopsias, una de las mejores herramientas de la sanidad para conocer mejor la enfermedad, y, con ello, aplicar los tratamientos adecuados. Eso si los profesionales sanitarios tuvieron un incentivo crematístico por positivos de covid, hospitalizaciones y ucis.

Igualmente podemos hablar de las inoculaciones, defendiendo el oficialismo su utilidad científica, cuando la realidad se impone al ir poco a poco reconociendo, lo que se dijo al menos desde un inicio, como el que la vacuna era experimental y, que había tenido poco tiempo de estudio, y, como hemos visto el tiempo nos da la razón no solo por los efectos adversos acontecidos, sino, por algo tan básico como que los fallecidos por/con covid representan un mayor porcentaje respecto a los fallecidos totales en 2022, con cuarta dosis, frente al año 2020 sin inoculaciones y con una supuesta cepa mucho más letal. Si un medicamento para una enfermedad, se saca al mercado, es para que dicho medicamento sea efectivo y cada vez haya menos fallecidos por esa enfermedad, por lo que si el resultado es que no ha sido así, ¿cuál es la razón para continuar con ese medicamento?, si era un medicamento experimental, ¿cuál es la razón para no aplicar lo que en ciencia es lo más aconsejable como es el parar de utilizar dicho medicamento, y, con ello, estudiar los datos que se tienen de su efectividad y de sus efectos adversos?

Con todos estos errores científicos y también políticos, porque ello ha supuesto el que a la población se nos restrinjan derechos y libertades, elemento esencial de lo que debe ser una convivencia democrática, y, ante la callada por respuesta de sanitarios y políticos, hasta el punto de decirnos en foros parlamentarios, por una parte, que la Constitución es un elemento a cumplir, cuando ellos no la han cumplido al haberse declarado los estados de alarma anticonstitucionales, y, por otra, que el pueblo es soberano, cuando la restricción de derechos y libertades ha sido el elemento imperante durante toda la pandemia, de manera que eso que dicen de defender no cumple con un requisito esencial para ser soberano, ya que una verdadera soberanía como pueblo, requiere de una aceptación de la soberanía individual y colectiva , circunstancia que no se ha dado durante el relato pandémico.

Visto todo esto, es necesario, más que nunca, aunque solo sea porque no se vuelva a repetir, el que el pueblo rompa con la política, tal como la entienden los partidos políticos profesionales, y, se empoderen a nivel local y municipal como batzarres, con el fin de autogestionarse por sí mismos y conseguir que los plenos municipales sean lo batzarres municipales, de manera que exista un nexo de unión fuerte entre los representantes municipales y las asambleas locales y comarcales, con el fin de que esos representantes sean meramente unos portavoces de lo que su asamblea decida libremente autogestionándose a si misma.

La Sra. Ministra de Sanidad y sus mascarillas y expertos

Nos vuelve a decir la Sra. Carolina Darias, que los expertos le han comunicado que las mascarillas en los transportes se deben mantener hasta la próxima primavera, pudiéndonos preguntar, ¿qué expertos, Sr. Carolina Darias?, ¿los que no saben explicar el exceso de fallecimientos habido durante este 2022?

La Sra. ministra de Sanidad, Dª Carolina Darias, nos acaba de anunciar que tendremos que seguir con las mascarillas hasta la próxima primavera basándose en la opinión de sus expertos.

Los expertos de la Sra. ministra de Sanidad son los mismos que nos dijeron que no se explicaban el exceso de mortalidad que se estaba dando, cuando este exceso de mortalidad se podría estudiar claramente haciendo estadística de los fallecimientos por efectos adversos de las inoculaciones, datos en los que la transparencia brilla por su ausencia, aunque todos conocemos gente cercana que los ha sufrido e incluso fallecidos a causa de las inoculaciones, y, los que se tenían antes de la administración de la vacuna covid.

Igualmente, estos expertos de la Sra. ministra de Sanidad podrían haber estudiado sus propios datos, publicados oficialmente, y correlacionar los vacunados y no vacunados con los fallecimientos por/con covid, ya que de los mismos se observa claramente que estos fallecidos, en porcentajes elevados, se deben a las inoculaciones.

Con esto, llegamos a la conclusión de que los supuestos expertos de la Sra. ministra o no son tales expertos, o bien no quieren estudiar sus propios datos, o bien le dicen a la Sra. ministra lo que ella quiere que le digan.

Ahora nos vuelve a decir la Sra. Carolina Darias, que los expertos le han comunicado que las mascarillas en los transportes se deben mantener hasta la próxima primavera, pudiéndonos preguntar, ¿qué expertos, Sr. Carolina Darias?, ¿los que no saben explicar el exceso de fallecimientos habido durante este 2022?

Resulta que estos expertos van a ser mucho más expertos que los que tienen los demás países de Europa, ya que España es el único país que mantiene la mascarilla en los transportes. ¿Son los expertos de la ministra mejores profesionales que los del resto de Europa? Creo que todos tenemos la respuesta en nuestras mentes.

De la misma manera, podríamos hablar de los expertos de las diferentes comunidades autónomas representadas en el Consejo Interterritorial de Sanidad, y, en mi caso, como ciudadano vasco, especialmente de nuestra consejera de Sanidad, la Sra. Gotzone Sagardui.

Los expertos de nuestra consejería de Sanidad del Gobierno Vasco llevan dándonos muestras claras, desde el inicio de la pandemia, de que no son tan expertos desde el punto de vista científico, y que realmente son cargos políticos al servicio de la Sra. Sagardui y, por ende, del Sr. Urkullu. Y mientras, los partidos políticos de la oposición al gobierno PNV-PSE, nos dan de nuevo la callada por respuesta, teniendo alguno de ellos supuestamente expertos que no parecen serlo, porque han sido incapaces de explicarnos el exceso de sobremortalidad y de mostrarnos los estudios científicos que demuestran la necesidad de la utilización de la mascarilla en el transporte.

Centrándonos en los partidos nacionalistas e independentistas, lo que hay que decir es que con estos posicionamientos nos están demostrando su total falta de creencia en la soberanía de nuestro pueblo que tanto dicen defender. Y es que, simplemente, en un tema como el de las mascarillas no han sido capaces de marcar las diferencias con el resto del Estado español ni de demostrar que somos europeos, al no apostar por lo que respecto a este tema se lleva a cabo en todos los países europeos. ¿Es qué también consideran, al igual que la Sra ministra, que los expertos vascos son mejores que los europeos?

Este nuevo capítulo de despropósito pandémico nos lleva a pedir tanto a la Sra Carolina Darias como a la Sra Gotzone Sagardui, kanpora mesedez, y a los partidos políticos y, en especial, a los nacionalistas e independentistas, que revisen su ideario ideológico e identitario, porque me da que este virus neuronal más que respiratorio les ha enfermado de tal manera que les ha desviado de lo que deberían ser sus raíces identitarias.

Mascarillas en interior, continua el esperpento del relato

Expertos que durante toda la pandemia han estado del lado del oficialismo sin el menor sentido crítico y con total ausencia de criterio científico y sentido común.

Parece ser que el Parlamento español ha decidido eliminar las mascarillas en interior exceptuando los centros sanitarios y el transporte, eso si todo ello aderezado de un continuo bombardeo de los medios de información siguiendo con la inoculación del virus del miedo ya que al parecer le han cogido gusto al tema, quizá por los emolumentos crematísticos que ello conlleva.

Nos han mareado a la población con si se quitarán o no en farmacias, en gimnasios, en estadios de fútbol, en si es conveniente quitarlas, y, para ello han preguntado a expertos que durante toda la pandemia han estado del lado del oficialismo sin el menor sentido crítico, y lo que es peor con total ausencia de criterio científico y sentido común.

Este devenir del esperpento que tenemos en el estado español, que de ninguna manera se ha dado en otros países que ya la habían quitado desde hace un tiempo, lo que nos da a entender es que tenemos una debilidad genética frente a otros ciudadanos de otros países, y que este estado y, de acuerdo con su devenir histórico, es lo que como se suele decir una república bananera más que un país serio, y, este tsunami ha arrastrado a Euskal Herria a comportarse de igual o peor manera, cuando nuestros dirigentes, e incluso el pueblo, siempre habíamos creído estar más cerca de Europa que del Ebro hacia el sur con todo respeto para esos territorios.

Esto no deja de indicar, por una parte, que nuestros dirigentes confunden gobernar con intervenir en el propio yo individual, queriendo incidir en mi salud con métodos absolutamente demagogos e hipócritas, ya que, si realmente quieren protegerme lo que, de verdad tendrían que hacer es prohibir determinados alimentos, bollerías industriales, determinados aditivos, ser extremadamente duros con quien contamina el aire, prohibir el tabaco e incluso el alcohol, no digamos con el tema del plástico, donde la solución no está en las personas, sino en el cambio de sistemas productivos, y muchos más campos que se podrían comentar.

Todo lo planteado por los gobernantes y políticos, basado en el intervencionismo de las personas, lo hacen con una demagogia y una hipocresía absoluta diciéndonos que es por nuestro bien al igual que lo han hecho durante la pandemia tomando medidas antidemocráticas donde parece ser que la medicina esencial para combatir el virus era restringir derechos y libertades cuando la realidad es que esa gestión pandémica nos ha llevado a épocas donde la libertad y el respeto por las personas brillaban por su ausencia.

La gestión de esta pandemia nos ha llevado a una ruina social y económica provocada en aras de la salud pública y con el objetivo de evitar colapsar el sistema sanitario, cuando la realidad es que no sólo no lo han conseguido sino que lo han desmantelado, siendo uno de los mayores despropósitos llevados a cabo no sólo por los gobernantes sino también por los diferentes partidos políticos con la connivencia de los profesionales sanitarios.

Los profesionales sanitarios a los cuales se les aplaudió en la primavera de 2020, han sido, y están siendo colaboradores esenciales para que cada vez se haya enfangado más la salida de este relato pandémico, ya que como llevo diciendo si ellos hubiesen querido la pandemia se hubiese terminado en junio de 2020, pero despreciando a quienes les aplaudieron, han seguido con el discurso del miedo pandémico cuando poco a poco estaban desmantelando la sanidad pública, por lo que ahora cuando los sindicatos o esos mismos profesionales protestan por la necesidad de más recursos humanos y materiales hay que decirles que han llegado tarde porque las movilizaciones tendrían que haber sido mucho antes, y, no solo no se movilizaron sino que fueron fieles defensores de vacunar a todo el mundo incluso aceptando el chantaje propuesto por los gobernantes y políticos de distinta ideología.

De los profesionales sanitarios, con su actuación, poco se puede decir salvo que con esta pandemia se han cargado el prestigio social que tenían antes de la misma, además de seguir con el despropósito de la salida del relato pandémico cuando nos informan que van a aumentar los cánceres y las cardiopatías e ictus por el retraso de las consultas de los ciudadan@s, llegando hasta en algunos casos a decir que la culpa ha sido de la población porque con el miedo no ha acudido a los centros sanitarios.

Esta posición de los profesionales sanitarios es el último golpe de martillo que necesitaban estas profesiones para remachar el clavo, ya que además de callar y ocultar las afecciones adversas de la vacuna, diciendo que siempre ha habido cardiopatías, ictus y cánceres cuando la realidad es que eso es muy fácil de contrastar si se lo que prima es la transparencia, ¿nos pueden dar estadísticas de esas enfermedades antes de la vacuna y después de la vacuna?, no creo que además, si como afirman con la pandemia ha habido retrasos en el diagnóstico de esas enfermedades los datos fuesen peores durante este último año, pero la realidad señores del gobierno, políticos y sanitarios no es esa, la realidad es que pudiendo haber enfermedades que se están detectando ahora por no haber acudido a la sanidad, la mayor parte de los casos de estas cardiopatías, ictus y cánceres con metástasis aceleradas son debidas a la inoculación de lo que vds nos han dicho que era vacuna pero que lo que realmente ha sido es una terapia génica.

Igualmente los gobernantes, políticos y profesionales sanitarios, con esta gestión pandémica llevada a cabo, nos tendrán que informar sobre la aparición de enfermedades incluso peores que la covid como son las mentales, depresiones, e incluso suicidios.

Ya a lo largo de estos dos años me he dirigido al gobierno y a los políticos vascos diciendo que lo mejor que podrían hacer es dimitir por su incompetencia como mínimo, cuando no por su perversión política, con un virus que ha invadido sus neuronas de manera que se han olvidado de lo que significa libertad, democracia y soberanía.

Igualmente los profesionales sanitarios tendrían que hacer su “mea culpa” y empezar a ejercer la medicina profesional y no de marketing comercial hipotecada a las multinacionales farmaceúticas, y ya que no lo han hecho durante la pandemia, al menos, en esta salida del relato deberían esforzarse en emplear la total transparencia sobre lo que realmente ha ocurrido y está ocurriendo con la solución del “santo grial” para este virus pandémico.

Ante este despropósito acontecido el pueblo vasco debe de despertar y pedir responsabilidades a todos los implicados en el relato pandémico de la covid que nos ha llevado de un fracaso científico a un fracaso sociopolítico y económico.

Mascarillas: la expresión de un fracaso pandémico

Euskadi se posicionaba diciendo que para quitarla habría que hacerlo con los estudios científicos pertinentes, pero es curioso que la administración sanitaria vasca en ningún momento exigió estudios científicos para obligar a su utilización no solo en interior sino también en el exterior.

Después de muchas discusiones dentro del Consejo Interterritorial de Sanidad parece que el día 20 de abril se eliminará la obligación del uso de la mascarilla en interior, salvo algunas excepciones.

Esta decisión, que viene bastante más tarde que lo aprobado en su momento por otros países, lo que nos viene a confirmar es el fracaso y la falta de ciencia en todas las medidas restrictivas adoptadas durante la pandemia.

Resulta que para eliminarla en interiores algunas Comunidades Autónomas y, entre ellas, la de Euskadi se posicionaban diciendo que para quitarla habría que hacerlo con los estudios científicos pertinentes, pero es curioso que la administración sanitaria vasca en ningún momento exigió estudios científicos para obligar a su utilización no solo en interior sino también en el exterior.

El único posicionamiento que se dio al inicio de la pandemia fue el de la OMS diciendo que la realidad es que no había estudios sobre la eficacia de la mascarilla con el Sars Cov-2 y que solo se disponían de estudios sobre el virus de la gripe concluyendo que se había demostrado que las mascarillas no habrían tenido eficacia para evitar la transmisión del virus gripal, aunque la administración vasca nos hayan dicho de forma reiterada que el virus de la gripe se ha controlado por las mascarillas, cuando curiosamente ahora nos están diciendo que empieza a haber más gripe y que se está gripalizando la covid con menor letalidad y mayor contagio.

  • ¿No nos habían dicho que había desaparecido la gripe?
  • ¿No dijo la OMS desde un inicio que las mascarillas no habían sido eficaces para controlar la gripe?
  • ¿No será que la verdadera razón de imponer la mascarilla estaba más relacionado con mantener la dosis de miedo y el distanciamiento social en la población con el fin de tener un mejor control de la sociedad vasca?.

La administración sanitaria vasca no solo pide estudios para eliminarla en interior, sino que nos han demostrado que han sido incapaces durante toda la pandemia para presentar estudio alguno, no solo de las mascarillas sino también de otras decisiones adoptadas durante estos dos años que se supone que tendrían que haber estado avalados por la ciencia.

Sustituyen esta falta de estudios científicos con supuestos expertos dependientes en su mayor parte de la administración para que avalen la posición defendida por sanidad, pero cuando estos expertos nos dicen algo, no dejan de ser vaguedades, que son como se suele decir, peor el remedio que la enfermedad.

Nos dicen que apoyan la decisión del gobierno vasco de quitarla después de Semana Santa y no antes con argumentos de tan poco nivel como que en este momento es posible quitarla por tener una alta tasa de vacunación y por estar la población altamente inmunizada, para acto seguido decirnos que está bien retrasarlo a después de Semana Santa por que en esas fechas habrá mucho movimiento y contacto social y que en otros países que las han quitado antes las tasas de contagio son mayores.

Ante estas afirmaciones de poco nivel científico, y que se ve perfectamente que están relacionadas con el control social y no con la ciencia, si lo examinamos desde el punto de vista científico tenemos que se nos dice lo de la inmunización y la alta tasa de vacunación como razón para poder quitarla, pero a su vez se esgrime el elevado contacto social y movilidad que se da en las vacaciones para justificar ese retraso en la fecha de su eliminación, y, ante estas afirmaciones, pregunto:

  • ¿Que diferencia en tasa de vacunación y en inmunidad de la población se puede dar entre antes o después de las vacaciones?
  • De vacunación diferencia ninguna y si la razón es la alta inmunización de la población, ¿según esos expertos no se elevaría todavía más sin mascarilla esa alta inmunidad poblacional, sabiendo que se va a dar un mayor contacto social y movilidad?
  • ¿Es que no han esgrimido la alta inmunidad como una de las razones para poder quitarla ahora?.

Por otra parte nos dicen que en países que la han quitado antes están teniendo más contagios por haberla quitado, ¿entonces como explican la enorme cantidad de contagios que hemos tenido en esta sexta ola, con medidas restrictivas del tipo pasaporte covid y, por supuesto con la obligación de la mascarilla en interior?, ¿que peso ha tenido realmente la mascarilla en evitar los contagios?, más bien ninguno.

Creo que nuevamente y como ha sido la tónica durante toda esta pandemia, la administración sanitaria vasca se ha metido en un callejón sin salida, donde, por una parte quiere gripalizar la covid, pero por otra, no quiere que queden al descubierto los continuos errores cometidos por haberse enfrentado a esta pandemia sin criterio científico alguno y si con criterios sociopolíticos propios de países donde la democracia ha brillado por su ausencia.

Sres del Gobierno Vasco y partidos del Parlamento de Gasteiz, sean un poco humildes y reconozcan su fracaso ya que la historia de esta pandemia ha sido que por un fracaso científico hemos llegado a un fracaso sociopolítico, donde Vds. tienen que dar cuenta a la sociedad vasca de sus errores y asumir sus responsabilidades.

Sagardui y las mascarillas en interior

¿Como es posible que por una parte nos diga que para eliminarlas se necesitan informes técnicos y, por otra, que no se ha pedido informe alguno al respecto?

La Sra. Gotzone Sagardui acaba de decirnos ante la reunión del Consejo Interterritorial de Sanidad que la retirada de las mascarillas en interior se debe adoptar de una manera razonada y fundamentada siguiendo los criterios de los expertos en salud pública y teniendo en cuenta las futuras repercusiones que puede tener en el futuro.

La Sra. Gotzone Sagardui vuelve a demostrarnos su incompetencia y su falta de credibilidad al decirnos que esa retirada de las mascarillas en interior lo deben decidir los técnicos:

  • ¿A que técnicos se refiere Sra. Gotzone Sagardui a los del LABI?
  • ¿No se encargó Vd. de cargárselos y poner a todos sus miembros con un corte político?.

Le recuerdo que la última decisión del TSJPV en su dictamen sobre el pasaporte covid les dijo claramente que Vds no llevaban informe técnico alguno que avalase las medidas propuestas:

  • ¿Con ese historial de falta de informes técnicos nos dice Vd. a la población vasca que la retirada de mascarillas en interior deben estar avaladas por expertos de salud pública?
  • ¿Realmente nos está tomando el pelo Sra. Gotzone Sagardui?.

Por otra parte nos dice que hasta el momento no se les ha pedido informe alguno a los técnicos respecto a este tema:

  • ¿Como es posible que por una parte nos diga que para eliminarlas se necesitan informes técnicos y, por otra, que no se ha pedido informe alguno al respecto?
  • ¿Es que por Vd. se seguiría con la mascarilla el resto de nuestras vidas?
  • ¿Seguiría manteniendo esa medida de corte dictatorial para los menores en las escuelas e ikastolas?

Un poco más de seriedad Sra. Gotzone Sagardui deje de demostrarnos su incompetencia de forma reiterada.

Su actuación durante toda esta pandemia está a la altura del mayor despropósito que los vascos hubiésemos conocido, diciéndonos que la pequeña ralentización de los contagios se debe con toda probabilidad a las concentraciones de personas por los carnavales, pero no nos dice que a partir de ahora la ralentización de la IA será mayor ya que los test diarios que se hacen son parecidos comparados con la bajada de test de dias anteriores al partir de un pico de cerca de 40.000 test, como tampoco tiene la mínima humildad para reconocer que la eliminación del pasaporte covid no ha supuesto el holocausto, y que lo que si nos ha confirmado es que lo del pasaporte covid era un chantaje al más puro estilo antidemocrático.

Ya nos hemos dado cuenta que Vd no estila el hacer informes técnicos aunque eso si, se apresure a pedirlos para los demás si es para quitar medidas restrictivas.

Por lo tanto Sra. Gotzone Sagardui debido a su incompetencia, debido a su estilo antidemocrático de ordeno y mando y debido a su falta de humildad para reconocer sus errores, kanpora mesedez.

Un virus cuyo antígeno real es la antidemocracia

Se está instaurando una forma de hacer política circense donde son partícipes todos los actores sean de la ideología que sean.

Ayer, 1 de febrero, se aprobó en el Parlamento español el uso de la mascarilla en exterior utilizando para ello el trilerismo más puro del Sr. Sánchez con su gobierno en pleno. Gobierno que supuestamente y, ante todo, tendría que ser un baluarte en la defensa de la democracia, mezclando la votación con una paga extra de 200 euros para los pensionistas, utilizando nuevamente de la forma más rastrera el chantaje, al igual que se ha venido utilizando a lo largo de toda esta pandemia, con todas las prórrogas del estado de alarma ,y, en especial con el tema de la vacunación.

Lo aprobado ayer tiene una importancia capital, no por el asunto de la mascarilla, que se va a caer por su propio peso, ni por una simple paga para los pensionistas, sino porque se está instaurando una forma de hacer política circense donde son partícipes todos los actores sean de la ideología que sean, pero con especial desengaño y pena por ser dentro de esos actores, los principales protagonistas los que tendrían que estar en el lado de la defensa de los derechos y libertades y, por lo tanto, de la democracia.

Los partidos políticos y principalmente de la izquierda estatal e independentista, así como los nacionalistas, están cruzando las líneas rojas de lo que es esencial para considerarles como defensores de los valores democráticos, ya que con el trilerismo del PSOE y de Unidas Podemos por aceptarlo, están haciendo de la política un mero circo con total desprestigio y alejamiento de la sociedad, de manera que están consiguiendo con tal descrédito una total falta de credibilidad en ellos.

  • ¿No se dan cuenta los partidos supuestamente defensores de las libertades, que cuando gobierne la derecha puede hacer ese trilerismo mezclando en las votaciones el palo y la zanahoria para conseguir que se apruebe lo que verdaderamente quieren?
  • ¿No se dan cuenta los partidos nacionalistas e independentistas que la derecha podría perfectamente repetir ese trilerismo cuando gobiernen y nos mezclen una votación con algo que afecte positivamente a todo el estado español con por ejemplo como la no introducción legislativa del derecho a decidir?

Pues no parece que se den cuenta porque con esta pandemia este virus ha afectado a las neuronas y, curiosamente, en especial, a las de nacionalistas e izquierda estatal e independentista. No se puede hacer política con el chantaje más ruin, en política hay que defender ideas y propuestas y luego contrastarlas democráticamente y no mezclar cosas que no tienen nada que ver una con la otra.

Mi impresión es que lo peor que ha podido pasar al estado español es, precisamente que se llevara a cabo la moción de censura y que luego se hiciese un gobierno supuestamente de izquierdas, y no porque yo no prefiriese un gobierno del color que se tenía antes de la moción de censura, sino porque estoy seguro que si estuviese en el gobierno el PP con Cs y con el apoyo de Vox habrían hecho los mismos despropósitos que se han hecho con esta pandemia, pero la diferencia es que la izquierda de un signo u otro y el nacionalismo hubiese puesto el grito en el cielo y se hubiese opuesto rotundamente a las medidas que se hubiesen implantado, que curiosamente serían las mismas que se han llevado a cabo, de manera que se hubiesen erigido como los principales defensores de los derechos y libertades que ellos mismos han restringido, y si la gente nacionalista y de izquierdas estatal e independentista fuese sincera lo reconocería, pero como ya sabemos no lo harán porque la política en este momento va más de etiquetas que de ideología.

El supuesto único partido de izquierda en el gobierno Unidas Podemos acaba de expresar con esta última actuación la enfermedad neuronal de esta pandemia, y los partidos nacionalistas e independentistas se han contagiado de la misma, circunstancia que se ha dado también en el Parlamento vasco al aprobar la ley antipandemia con el voto de Elkarrekin Podemos y la abstención (el que calla otorga) de EHBildu al igual que se ha dado con el trilerismo de ayer en el Parlamento español.

Esta aprobación también deja en un mal lugar al movimiento de pensionistas ya que con su callada por respuesta nos ha demostrado que para conseguir los objetivos todo es válido, aunque esto sea mediante métodos antidemocráticos donde lo que se aprueba junto con la paga es la restricción de derechos y libertades, y todo por una paga que en ningún momento cubre la verdadera reivindicación de este movimiento respecto a una pensión mínima acabando de facto por aceptar el trilerismo en que se ha convertido la política actual.

Ya comenté en su momento que este virus se había cargado la izquierda estatal, la independentista y el nacionalismo, pero ahora hemos llegado a la mayor gravedad de esta enfermedad neuronal al cargarse la democracia, porque cuando la democracia se hace más por mercantilismo que por ideología esta acaba siendo una democracia de muy baja calidad que está más próxima a lo que realmente es una dictadura.